martes, 13 de enero de 2009

Crítica de Batman: Victoria Oscura


Hace ya tiempo que quiero hacer esta crítica, pero la Play2 me ha mantenido alejado del teclado en estos últimos días. Ahora que por fin me he acabado por segunda vez el Persona 3, y mientras espero pacientemente a que llegue la cuarta parte (lo encargue hace unas semanas a PlayAsia, tiene que estar al caer), es el momento de realizar este análisis. Como ya tenemos un análisis de videojuegos (Far Cry 2) y otro de cine (The Spirit), ha llegado el momento de hacer uno de comic. El elegido ha sido la miniserie Batman: Victoria Oscura, que ha sido uno de los últimos comics que he leído.

Batman: Victoria Oscura es la continuación de Batman: El Largo Halloween, que a su vez era la “continuación” de Batman: Año Uno. Antes de analizar el título que nos ocupa, voy a hacer un breve resumen de lo que fueron sus “precuelas”.

Batman: Año Uno fue creado en 1988 por Frank Miller (guión) y David Mazzucchelli (ilustración), que nos narra los comienzos de Bruce Wayne como Batman. Aunque no tuvo la misma repercusión que el Regreso del Señor de la Noche, se le considera una de las mejores historias del Caballero Oscuro y contribuyó notablemente en la revitalización del personaje. En 1996, Jeph Loeb y Tim Sale sacaron Batman: El Largo Halloween, que se desarrollaba seis meses después de Batman: Año Uno, por lo que se podría decir que era una continuación de ésta. El comic nos narra la búsqueda de un asesino en serie de mafiosos que mata los días festivos, así como el auge y caída de Harvey Dent y su transformación en el villano Dos Caras. Cinco años después, en 2001, el tándem Loeb-Sale se volvió a juntar para sacar una continuación de El Largo Halloween, que se llamó Batman: Victoria Oscura.

La historia continúa dos meses después de El Largo Halloween. Harvey Dent, ahora convertido en Dos Caras, se encuentra encerrado en el asilo Arkham; Batman y el comisario Gordon se esfuerzan en erradicar a las familias mafiosas de Gotham, y éstas luchan por su supervivencia frente a los denominados engendros (los supervillanos de Gotham). En medio de todo, aparece un nuevo asesino en serie llamado el Ahorcado, que mata policías en días festivos, ahorcándolos con una soga y dejando en sus cuerpos una nota con el juego del ahorcado. Además, Bruce Wayne decide acoger a un joven huérfano (Dick Grayson), que con el tiempo se convertirá en Robin. No voy a describir más de la trama, ya que hacerlo significaría también destripar El Largo Halloween para quien no lo haya leído. Una vez expuesto el argumento, voy a pasar a analizar los dos puntos clave de esta obra: el guión y el dibujo.

La historia de Victoria Oscura es buena pero adolece del mismo defecto que vi en su día a El Largo Halloween. Básicamente, la trama principal es la investigación del caso del Ahorcado pero además de esa trama hay como otras 4 o 5 sub-tramas que se mezclan con la historia principal, lo que me fastidia ya que esas sub-tramas me distraen de la trama principal, Digo que me fastidia porque cuando estoy viendo una serie o película de investigación (como CSI por ejemplo), me gusta estar pendiente del hilo de la investigación para tratar de anticipar quién es el culpable; pero en este comic es imposible, porque están saltando de trama en trama continuamente y no me dejan anticiparme. En El Largo Halloween pasaba exactamente lo mismo: múltiples tramas que se mezclan con una trama de investigación; lo que nos lleva a otro problema: la historia de Victoria Oscura se parece demasiado a la de su precuela, con la familia mafiosa Falcone en el centro del huracán y Batman enfrentado a las mafias y a los supervillanos al mismo tiempo, mientras investiga a un misterioso asesino en serie. Otro pequeño inconveniente es que la historia es una continuación directa de El Largo Halloween, lo que hace que sea necesario (que no imprescindible) haberse leído este comic primero.
Ahora tocan los puntos positivos. La historia, a pesar de los defectos señalados y como ya señalé anteriormente, es buena, sobre todo por los personajes. Loeb los retrata de manera más cercana, más humana; siguen siendo los mismos pero distintos: Batman, por ejemplo, parece menos obsesivo y Dos Caras, más bipolar y contradictorio. También razona cómo es posible que un solitario como Batman acabe aceptando a un compañero como Robin; una pena que la relación entre Batman y Robin no aparezca hasta cerca de la mitad del comic, pero como ya dije hay muchas tramas en esta obra.

Del dibujo de Tim Sale, no hay nada que objetar: simplemente fabuloso. Tiene un estilo bastante peculiar que puede no gustar a todo el mundo pero a mi particularmente me encanta. Un detalle que destacaría es como resalta la personalidad de los personajes exagerando sus rasgos físicos: Batman es una montaña cuando sale a la luz pero cuando está en la oscuridad parece una sombra; Dos Caras tiene su “mitad mala” realmente desfigurada; el Joker tiene una grotesca sonrisa de proporciones inhumanas; el Pingüino parece realmente deforme; el Espantapájaros está tan delgado y desarrapado como su nombre indica, y así podría seguir todo el día.

Mi conclusión es que es una obra recomendada, sobre todo para los seguidores de Batman. Buena historia y buen dibujo, lo único es que no hagáis como yo y tratéis de averiguar quién es el culpable de antemano. Aunque ésta sea una historia inspirada en el cine negro, en el fondo es una historia de Batman, donde la acción y los personajes son lo que cuentan; hay que dejarse llevar y disfrutar del viaje, en lugar de tratar de adivinar el destino como hago yo. Una última cosa: sí os decidís a comprar esta obra, mejor que os hagáis primero con el Largo Halloween, que es aún mejor y además, ayudará a comprender mejor la historia de este comic.


No hay comentarios: