El pasado jueves 29 de Junio de 2011 se cumplió el 25 aniversario de una de las empresas con más solera del mundillo videojueguil: Bethesda Softworks. Ahora mismo están en la cresta de la ola tras haber lanzado juegazos de la talla de Fallout 3 u Oblivion pero tienen un extenso bagaje en el mundo de los videojuegos. Para celebrar tan señalada fecha, voy a exponer la historia de la compañía que tantos buenos momentos nos ha brindado...
Retrocedamos en la máquina del tiempo hasta el estado de Maryland en el año 1986, donde el Dr. Christopher Weaver funda Bethesda Softworks (en honor a la ciudad del mismo nombre). El buen doctor, con un currículum académico de impresión forjado en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), decide crear una compañía dedicada al desarrollo de videojuegos para lanzar Gridiron, el primer simulador deportivo con físicas realistas (no en vano entre otros tiene un doctorado en Física). Publicado con éxito de crítica en Atari ST y Commodore Amiga/64/128, fue el primero de una larga lista de títulos.
Gran parte de sus lanzamientos están basados en exitosas licencias del mundo del cine, principalmente una de mis preferidas: Terminator. Empezando en 1990 con The Terminator y acabando en 1996 con Skynet's Revenge, desarrollaron 5 juegos inspirados en el universo creado por James Cameron (aunque basado en el trabajo de Harlan Ellison, eso sí). Todos ellos contaban con mapeados extensos e incluso el primero reproducía de forma casi exacta una parte de Los Ángeles (16x9 km). Con las limitaciones propias de la época, ya empezaban a dar muestras de los gigantescos escenarios que hoy día siguen caracterizando sus obras. También fueron pioneros en intercalar fases a pie con otras de vehículos, poder entrar en edificios a lo largo del camino (con cargas separadas, eso sí) y también presentar escenario y enemigos en 3D auténtico.
Otras importantes licencias que pasaron por sus manos fueron Solo en Casa, Piratas del Caribe, Star Trek o La Llamada de Cthulhu (casi siempre como distribuidor). Pero sin duda alguna, si son ampliamente conocidos es gracias a su saga fetiche: The Elder Scrolls.
Publicado en 1993, The Elder Scrolls: Arena fue el primero de muchos grandes juegos con mapeados igualmente enormes (la segunda parte, Daggerfall, mantiene el récord de 26 km cuadrados). Ambientado en el ficticio mundo de Tamriel, cada entrega sucede en un área diferente. Los personajes suelen ser siempre mercenarios o presos con la libertad ganada durante el tutorial a cambio de cumplir con algún tipo de objetivo. Permiten también una personalización exhaustiva del protagonista: armadura pesada, espada a dos manos, hechizos y abrir cerraduras a la vez es perfectamente posible. Mientras que muchos RPGs occidentales ofrecen la posibilidad de elegir uno entre varios arquetipos cerrados, Elder Scrolls te permite crear un personaje a la carta. Las cuatro entregas principales (Arena, Daggerfall, Morrowind y Oblivion) más un par de spin-offs (BattleSpire y Redguard) componen la totalidad de la saga. Actualmente está en desarrollo la quinta, Skyrim, que al parecer tiene todas las papeletas para superar de largo al ya de por sí magnífico Oblivion.
Unos pocos años tras el estreno de Arena, Weaver fundó en 1999 junto a Robert A. Altman el grupo ZeniMax Media. Su intención: expandir el negocio a otras plataformas más allá del PC. Bethesda pasó a ser filial del grupo y Weaver nombró a Altman director ejecutivo, pasando él a un papel secundario en 2002. Su primer gran movimiento como grupo fue adquirir la licencia de Fallout de manos de Interplay en 2004. Aunque tardó 4 años en salir y no ha sido plato del gusto de todos, Fallout 3 finalmente apareció en Octubre de 2008 (diciembre en Japón). El cambio de perspectiva que muchos definieron como "Oblivion con pistolas", en mi opinión fue todo un acierto: los combates son más intensos y menos estratégicos, algo que en el original molaba aunque acabasen siendo pesados a la larga. Los resultados están ahí: más de 2 millones de copias vendidas en PC y más de 6 en consolas.
Elder Scrolls, Fallout y sus respectivos DLCs han logrado buenos resultados pero la cosa no acaba ahí. Entre 2008 y 2010 han adquirido varias empresas desarroladoras de peso: Id Software (Wolfenstein, Doom, Quake), Arkane Studios (Arx Fatalis, Dark Messiah of Might and Magic, Bioshock 2), Tango Gameworks (el nuevo estudio de Shinji Mikami) y Machinegames Sweden AB (el nuevo estudio de los fundadores de Starbreeze). Aunque no llega al nivel de EA, tras 25 años en el mercado se puede decir que Bethesda (ahora ZeniMax) cada vez tiene más peso entre las empresas del sector. Esperemos que sigan el buen ritmo con sus próximos títulos (Skyrim y RAGE entre otros) y nos deleiten con más grandes juegazos.
Publicado en 1993, The Elder Scrolls: Arena fue el primero de muchos grandes juegos con mapeados igualmente enormes (la segunda parte, Daggerfall, mantiene el récord de 26 km cuadrados). Ambientado en el ficticio mundo de Tamriel, cada entrega sucede en un área diferente. Los personajes suelen ser siempre mercenarios o presos con la libertad ganada durante el tutorial a cambio de cumplir con algún tipo de objetivo. Permiten también una personalización exhaustiva del protagonista: armadura pesada, espada a dos manos, hechizos y abrir cerraduras a la vez es perfectamente posible. Mientras que muchos RPGs occidentales ofrecen la posibilidad de elegir uno entre varios arquetipos cerrados, Elder Scrolls te permite crear un personaje a la carta. Las cuatro entregas principales (Arena, Daggerfall, Morrowind y Oblivion) más un par de spin-offs (BattleSpire y Redguard) componen la totalidad de la saga. Actualmente está en desarrollo la quinta, Skyrim, que al parecer tiene todas las papeletas para superar de largo al ya de por sí magnífico Oblivion.
Unos pocos años tras el estreno de Arena, Weaver fundó en 1999 junto a Robert A. Altman el grupo ZeniMax Media. Su intención: expandir el negocio a otras plataformas más allá del PC. Bethesda pasó a ser filial del grupo y Weaver nombró a Altman director ejecutivo, pasando él a un papel secundario en 2002. Su primer gran movimiento como grupo fue adquirir la licencia de Fallout de manos de Interplay en 2004. Aunque tardó 4 años en salir y no ha sido plato del gusto de todos, Fallout 3 finalmente apareció en Octubre de 2008 (diciembre en Japón). El cambio de perspectiva que muchos definieron como "Oblivion con pistolas", en mi opinión fue todo un acierto: los combates son más intensos y menos estratégicos, algo que en el original molaba aunque acabasen siendo pesados a la larga. Los resultados están ahí: más de 2 millones de copias vendidas en PC y más de 6 en consolas.
Elder Scrolls, Fallout y sus respectivos DLCs han logrado buenos resultados pero la cosa no acaba ahí. Entre 2008 y 2010 han adquirido varias empresas desarroladoras de peso: Id Software (Wolfenstein, Doom, Quake), Arkane Studios (Arx Fatalis, Dark Messiah of Might and Magic, Bioshock 2), Tango Gameworks (el nuevo estudio de Shinji Mikami) y Machinegames Sweden AB (el nuevo estudio de los fundadores de Starbreeze). Aunque no llega al nivel de EA, tras 25 años en el mercado se puede decir que Bethesda (ahora ZeniMax) cada vez tiene más peso entre las empresas del sector. Esperemos que sigan el buen ritmo con sus próximos títulos (Skyrim y RAGE entre otros) y nos deleiten con más grandes juegazos.
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