jueves, 15 de noviembre de 2012

Diario de Guerra: Edge Days 2012

Sábado 10 de Noviembre de 2012 10:00 AM


Posiblemente el nombre Edge Days no le suene de nada al público mayoritario pero se trata de una feria organizada por la empresa del mismo nombre, Edge Entertainment. En el hotel NH Parque Avenidas se celebró el 2º certamen donde presentan las novedades, organizan torneos y exponen sus principales productos. Como buen jugón que soy, comparto las preocupaciones de muchos cuando toca rascarse el bolsillo. Pues es en éste evento donde toca probarlos para asegurarse de que la inversión merece la pena.


A lo largo de los dos días que asistimos, únicamente nos tocó una cola y era para recoger el regalo adjunto a la entrada. Sí, oís bien, con la entrada un juego de regalo. Son de la línea más económica, de modo que no esperéis un Galáctica o Arkham Horror pero sí el Mutant Chronicles o el Muchachada Nui que pillamos Marmota y yo. Tuvimos oportunidad de probarlos por encima antes de empezar las partidas reservadas.

11:30


Juego de Tronos nos esperaba. Un juego de mesa altamente táctico con multitud de reglas que aprender, algo así como la versión hardcore del Risk pero en las tierras de Poniente. Cada jugador lleva el peso de la casa a su elección: Stark, Lannister, Greyjoy, Tyrell, Baratheon o Martell. Tras la muerte del rey Robert Baratheon (¡¡¡SPOILEEEEEEERRRR!!!), una de las casas debe prevalecer sobre las demás. Cómo lo hagan, depende de cada uno pero hay diez turnos para hacerse con siete castillos (o más fortalezas en caso de empate).

Lamentablemente, entre la explicación de las reglas y cuatro cosillas que nos dió tiempo a hacer, se nos voló la hora de límite. Es un buen juego pero, al igual que el Mansiones de la Locura, requiere tiempo para asimilar tantas posibilidades y reglamento. Compra recomendada.

12:30


Como perdimos la posibilidad de probar el X-Wing (la teníamos a las 12 y se alargó Juego de Tronos), estuvimos un rato probando los recientemente adquiridos Mutant Chronicles y Muchachada Nui. El primero se dejó por la abrumadora cantidad de cosas a mirar (queríamos un juego más rápido) y optamos por el segundo. Estuvimos partiéndonos la caja un buen rato pero sólo hubo tiempo para jugar un turno. Decidimos seguir más tarde.

13:30


Siendo un fan de Mansiones de la Locura, optamos por probar otro juego de Cthulhu con un planteamiento distinto. Si bien Mansiones es más cercano al juego de rol original con máster y todo, Arkham Horror opta por un componente más estratégico. Los investigadores controlados por los jugadores tienen como objetivo acabar con los planes de nuestro primigenio favorito -casi ná- y, para ello, deben recorrer la ciudad de Arkham cerrando los portales por los que campan los bicharracos a los que se enfrentan. Para ello tienen a su disposición dinero, objetos y aliados para ayudarles. En un principio, tenía curiosidad por ver si el juego estaba a la altura de lo que había oído pero sigo prefiriendo el Mansiones, que es más de investigar, conseguir pistas y resolver puzzles que de combate -aunque tiene una buena ración de palos también-.

14:10


Hicimos una parada técnica para ir a zampar, aunque el McDonalds estaba hasta la bandera de toda la tropa que no se quedó en el restaurante del hotel. Aquí descubrí la sorpresa de la jornada: Sí, mi Señor Oscuro. Es un juego de cartas simple a la par que divertido en el que un jugador hace el papel de Señor Oscuro y el resto son esbirrios. Éstos la han cagado a lo grande en su último encargo y deben inventarse excusas una detrás de otra para no acabar pagando el pato. Si el Señor Oscuro les pilla, les obsequia con una de sus tres fulminantes miradas, siendo el primero que acumule las tres el perdedor.

Empieza con algún fail random (¡idiotas, habéis perdido el medallón de intelecto +2!) y termina como el rosario de la aurora gracias a las aportaciones de cada uno: que si fulanito lo perdió porque se estaba zumbando a un árbol, que si menganito no se lo estaba zumbando sino cargando con él para atravesar el mar a remo... Tanta libertad da pie a cuentos chinos de lo más rocambolesco, con el único límite de la imaginación colectiva. Sí, un auténtico peligro...

16:20


La principal razón para acudir a esta convención -además del regalo, obviamente- es Zombicide, un juego de zombis que llevan tiempo publicitando y que nos llamaba bastante la atención. ¿El principal problema? Su prohibitivo precio: 80 leuros, uno detrás de otro. La regla de oro en los juegos de Edge es que el precio es directamente proporcional a la cantidad de figurillas incluidas -por eso Sí mi Señor Oscuro cuesta sólo 20 eurillos-. Los mismos 80 pavacos me costó el Mansiones -lo reconozco, adoro este juego- y me dolió bastante en su momento. Es una apuesta arriesgada gastarse tanto dinero en un juego de mesa porque, si no engancha a tus colegas, te lo comes con patatas. Ya me ha pasado otras veces, el juego te mola un cacho pero luego a tus amistades les gusta el de siempre. Y pagar 80 leuros para que se quede criando polvo en el altillo jode, máxime cuando el juego te encanta.

Con ésto en mente, acudimos a la mesa de pruebas raudos porque no éramos los únicos con ganas de salir de dudas. Fue, en mi opinión, el juego con más expectación y lo demostraba estando siempre petado de gente -imagino que por la misma razón que nosotros-. Las reglas son sencillitas, hay varios personajes con diferentes habilidades a elegir, se pueden desbloquear nuevas según vas matando zombis, escenarios tochos, decenas de figuras... Todo lo necesario a priori para ser un éxito. Pero no es oro todo lo que reluce: tras la partida, a todos se nos quedó la sensación de que el precio es demasiado elevado para lo que ofrece. Otro juego de la misma categoría y que ya tenemos -Zombies!!!- es igualmente sencillo pero muchísimo más rejugable, debido a que el escenario se va montando según avanza la partida -y, por supuesto, gracias a reglas caseras de foreros-.

17:10

Después de la "desilusión" del Zombicide, probamos más en profundidad el Sí Señor Oscuro y el Muchachada Nui, auténticas joyas con las que pasar un buen rato. Compensó con creces el bajón, hasta el punto de salir de allí con la sensación de pleno al 15.

Domingo 11 de Noviembre de 2012 12:00 AM


Como la entrada valía para los dos días, volvimos al día siguiente con un par de bajas pero muchas ganas de probar los juegos que nos dejamos el día antes. El primero fue Android: Infiltration, un juego futurista basado en el universo del mismo nombre. En él, los jugadores deben asaltar la sede de una megacorporación y hacerse con la mayor cantidad de datos posible. En su camino hay múltiples obstáculos: guardias, robots, cerraduras de seguridad... Hay que sacar cuanto se pueda antes de que el marcador de seguridad llegue a 99, momento en que llegan los mercenarios y "esterilizan" el edificio. Entretenido, rápido y con varios personajes a elegir. Tanto me gustó que acabé comprándolo, lo recomiendo plenamente.

12:30


En una mesa prácticamente vacía se podía catar Star Wars: Edge of the Empire, próximo juego de rol de la archiconocida saga. Hasta aquí todo parece normal, otro juego de rol más (ya van 3 o 4) para aprovecharse de los fans. Pero no, han cambiado el sistema de juego hasta hacerlo casi irreconocible. En vez de las fichas clásicas con tiradas de habilidad numérica, se ha optado por cambiar los d6, d10, d20 de toda la vida por otros con simbolitos más similares a los juegos de mesa -de hecho, son los mismos del X-Wing-. En vez de tirar el dado para pasar una tirada de dificultad 15 o 20 como se ha hecho siempre, hay 6 valores representados por iconos: acierto / fracaso, ventaja / desventaja y crítico / pifia. El primer par se anulan mutuamente pero en el segundo y tercer caso se complementan. Eso permite que entre jugador y máster narren la acción, haciendo que el combate sea más fluido y menos enlatado. Si a eso sumamos que cada X ventajas se pueden intercambiar por situaciones ventajosas como desarmar al oponente o los críticos por impactos en puntos vitales, hacen que la experiencia sea más rolera y enriquecedora. De momento está en fase de pruebas -lo que no les ha impedido venderlo a 30 dólares, eso sí- y no hay fecha de salida por el momento. A éste lo espero con ganas.

13:30

Pocas veces se ha visto en España que un par de roleros hayan acabado sacando su propio juego de rol. En este caso, tras diecisiete años de gestación, van a conseguir que Edge lo saque al mercado. Steam States es un juego ambientado en un universo steampunk/pulp en el que los jugadores luchan por sobrevivir en un gobierno represor. Gracias a cristales especiales consiguen hacer levitar vehículos o potenciar armas, además de enfrentarse a los agentes gubernamentales modificados del Occulum. Tras una sesión de una hora, nos dejó buena impresión y ganas de tenerlo entre manos pronto.

16:00


Como la comida no fue tan interesante ni tan larga -tuvimos que entrar, comer y salir en 30 minutos- pasamos directamente a otro de los platos fuertes: Gears of War. Pocos habrá que no conozcan la saga de videojuegos del mismo nombre y eso puso las expectativas altas. La desilusión no fue mayúscula pero poco le faltó: es un juego donde todo es excesivamente aleatorio. Si tienes mala suerte con las cartas de los Locust, pueden aniquilar a todos los jugadores en tres turnos: una para sacar más bichos, otra para que se muevan todos enfrente tuya y la última para que disparen todos a la vez. Tres turnos y todos muertos sin remedio. Bastó para pasar de él, si quiero aleatoriedad, existen mejores juegos y mucho más compensados. Un alivio, teniendo en cuenta que cuesta 70 eurazos.

Hasta aquí el resumen del evento. En líneas generales mereció ampliamente la pena: un juego de regalo, oportunidades para probar todos los juegos que tienes en la lista de espera, buena organización y montones de competiciones para los más aguerridos. Por 20 euros que costaba la entrada, la considero bien amortizada. Ya tengo ganas de ver qué nos depara el año que viene...

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