Tras haber leído de pasada que el gran dibujante Alfonso Azpiri asistirá a una charla en la FNAC, llego con ilusión a Callao para encontrarme con alguien que siempre quise conocer. Habiendo crecido en la Edad Dorada del Videojuego Español, recuerdo tantísimas portadas suyas que me vi en la obligación de hacer acto de presencia. Como el evento empieza a las 7, tengo tiempo de darme una vuelta por la FNAC y, de paso, comprar su último libro: "Spectrum, El Arte de los Videojuegos". En sus 128 páginas a color viene una selección de las mejores y más representativas portadas del genio madrileño.
6:00 PM
Al llegar a la sala Fórum, veo que están preparando una pequeña exposición con algunas de las portadas aparecidas en el libro. Para mi sorpresa, veo que tres de ellas están mal puestas: la de "Sirwood" está etiquetada como "Rescate en el Golfo", "Rescate en el Golfo" como "Lorna" y "Lorna" como "Sirwood". Con toda educación, me dirijo a uno de los encargados de preparar el evento y le comento la colocación de las carátulas; el tío es muy enrollado y cambia los letreros de sitio en un santiamén. Agradecido por la aclaración y comentándome que le vinieron designados así de central, sigue montando el cableado de los micros. Yo me acomodo en uno de los asientos para esperar a mi compañero de fatigas Marmota y a un par de colegas que vendrán a lo largo de la hora restante.
7:00 PM
Comienza el evento. Azpiri viene acompañado por su editor en Planeta deAgostini y un representante del colectivo Retroacción, comentando ambos la gran aportación del artista al mundo de los videojuegos. Aciertan de pleno al decir que era una época donde un juego se vendía casi siempre por la portada, ya que revistas como Microhobby o Micromanía (para la que precisamente trabajó un buen número de veces) eran una de las pocas formas de saber si merecían la pena o no. Al contrario que ahora, con tantos blogs, webs o foros especializados, en aquel entonces un juego se vendía casi siempre por el boca a boca y, en muchos casos, por las épicas carátulas que lucían.
Tras la calurosa bienvenida de sus compañeros, toma la palabra Azpiri para definirse a sí mismo como un "obrero" del dibujo. No lo ve tanto como arte sino trabajo, recibiendo encargo tras encargo de las grandes empresas del sector en la década de los 80: Dinamic, Topo, Erbe, Opera,... El tiempo empleado en cada solicitud variaba desde un día hasta una semana pero siempre al estilo clásico: aunque reconoce la buena labor de ciertos artistas infográficos, prefiere el dibujo tradicional al Photoshop. Ha probado todos ellos, afirmando que el óleo es el más puro pero le echa para atrás el excesivo tiempo de secado.
Centrándose en su trabajo diseñando portadas, nos comentó que no solían revelarle suficiente información acerca de los proyectos que le encargaban. Simplemente le decían en líneas generales de qué iba a ir y él tenía que buscarse la vida para diseñar la portada a mostrar en revistas y publicidad. También reconoció invertir una gran cantidad de tiempo en las letras del título, buscando que se convirtieran en el logotipo del juego. En "Spectrum" aparecen algunas que incluso no llegaron a publicarse como "After the War" o "Satán" (ambas acabaron siendo de su compañero de profesión Luis Royo).
8:30 PM
Tras la inevitable ronda de preguntas, comienza la sesión de firmas. La portada elegida por mí fue "Mad Mix Game" y, tras decir que fue un honor conocerle, me fui de la FNAC con la misma sensación que tuve cuando descubrí el mundo de los videojuegos hace casi 15 años: una inmensa ilusión.
1 comentario:
Tienes bastante razón, por cierto no sabias que Roger Ebert ha dicho varias veces que LOS VIDEOJUEGOS NO SON ARTE ¿ Tu que opinas de esto MARMOTA?
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